Nayar López Castellanos
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Universidad Nacional Autónoma de México

Tras la caída del llamado socialismo real en Europa del Este y la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), a principios de los noventa, muchos contaban los días para que la revolución cubana también colapsara. Era el momento triunfal de la nueva hegemonía occidental en el que se decretaba "el fin de la historia y de las ideologías". No había opciones: el sistema capitalista, ya para entonces en su fase neoliberal, debía reinar en el ámbito mundial, sobre todo en aquellos países regidos todavía por el socialismo.

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